Las chufas son un tubérculo comestible originario de África y también se cultivan en algunas partes de España y otros países de América Latina. Son un alimento muy popular en la dieta mediterránea y se utilizan para hacer la bebida conocida como "horchata". Las chufas son ricas en fibra, almidón resistente, antioxidantes, vitaminas y minerales, como el hierro, el magnesio y el potasio. También son una buena fuente de ácidos grasos omega-6 y contienen compuestos que pueden tener propiedades antiinflamatorias y antitumorales. Las chufas se pueden consumir crudas o tostadas, y se utilizan en una variedad de platos, como postres, panes y pasteles.
Las chufas son una buena fuente de varias vitaminas. En particular, contienen una cantidad significativa de vitamina E, que es un antioxidante importante que puede ayudar a proteger las células del cuerpo del daño oxidativo. Además, también contienen cantidades significativas de vitaminas del complejo B, incluyendo tiamina (vitamina B1), riboflavina (vitamina B2), niacina (vitamina B3) y ácido pantoténico (vitamina B5). Estas vitaminas son esenciales para el metabolismo de los alimentos, la producción de energía y el mantenimiento de la salud del sistema nervioso. Sin embargo, las chufas no son una fuente importante de vitamina C.
En general, las chufas son una fuente nutritiva de varios nutrientes importantes, pero es importante recordar que no deben considerarse como la única fuente de vitaminas y minerales en la dieta y se deben combinar con otros alimentos nutritivos para obtener una dieta equilibrada.